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ABC.es
- 26/04/2002
Carreras
spoke to the heart
PABLO MELÉNDEZ-HADDAD
Works by Scarlatti, Albéniz, Denza, Morera, Toldrá, Gastaldon and
others.
J.
Carreras, tenor; L. Bavaj, piano; Nuovo Quartetto Italano. Palau de
la Música Catalana, Barcelona, April 24.
Jose Carreras gave seven encores
during the evening when the tenor
from Barcelona once again met with the public of his [native] city.
His "fans" enthusiastically welcomed the divo: one could hear them
yell
compliments with Viennese, Japanese and American accents. Flowers,
envelopes with congratulations, photos... Presents piled up in
Carreras' hands and on the stage.
The singer was much more generous than during his last performance
in the same Palau 100 cycle a couple years ago, when he had been so
careful that it [almost] ended in tedium. To the joy of the public this
time even the first "ariettas" by Scarlatti - pieces usually sung
during the first
years at the Conservatory - sounded as expressive as verist arias. This
was the spirit of the recital: Carreras generously used all means to
speak to the people's hearts. He applied his peculiar pianissimos and
carefully weighed the projection, which did not lead to deterioration,
quite the contrary. He even ventured to use trills and other
decorations. Lovely repertory, despite that it was similar to the one
of his last recitals (Neapolitan songs and Italian salon arias). Yet he
was taking risks,
which is characteristic for him who wears the crown of one of the best
singers of the last times.
Of course he laid emphasis on one Catalan cançó and Spanish pieces
such as one of "Seis balladas" of Albéniz, whose
"Lontananza" was
highly expressive, not to forget Morera's L'oreneta and masterpieces by
Toldrá. Carreras' star shone in the popular "Musica prohibita" and
"Vurria" with the diligent accompaniment of Lorenzo Bavaj and the
Nuovo Quartetto Italiano. The chamber company, however, sounded
as though they did not have enough time to learn their parts.
Translation
© Maria Kozlova
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Carreras llegó al corazón
PABLO MELÉNDEZ-HADDAD
Obras de Scarlatti, Albéniz, Denza, Morera, Toldrà, Gastaldon y otros.
J.
Carreras, tenor; L. Bavaj, piano; Nuovo Quartetto Italano. Palau de
la Música Catalana, Barcelona, 24 de abril.
Siete propinas regaló José Carreras en la velada que significó el
reencuentro del tenor barcelonés con el público de su ciudad. El divo
fue clamorosamente vitoreado por sus «fans»: allí estaban las que le
gritaban piropos con acento vienés, japonés y americano. Flores, sobres
con felicitaciones, fotos... Los regalos se le amontonaban a Carreras
en las manos, todo a pie de escenario.
El cantante estuvo mucho más generoso que en su última actuación, en el
mismo ciclo -«Palau 100»- hace unos años, cuando se cuidó tanto que al
final acabó por aburrir. Esta vez, por el contrario y para goce del
público, incluso las primeras «ariette» de Scarlatti -obrillas de
primeros años de Conservatorio- sonaron tan expresivas como un aria
verista. Esta fue la tónica del recital: Carreras no escatimó medios
para llegar al corazón del público, imponiendo en cada paso sus
peculiares pianísimos, mensurando la proyección -nada mermada, todo lo
contrario- y arriesgándose en trinados y ornamentaciones. El amable
repertorio, a pesar de ser similar al que viene imponiendo en sus
últimos recitales (napolitanas y canciones de salón italianas), ahora
llegó decorado del riesgo digno de quien ostenta la corona de uno de
los mejores cantantes de los últimos tiempos.
Destacó, por supuesto, la inclusión de cançó catalana y de piezas
españolas, como esa muestra de las «Seis baladas» de Albéniz -cuya
«Lontananza» llegó plena de sentido dramático-, sin olvidar
«L´orene-ta», de Morera, y ese par de obras maestras de Toldrà. La
estrella de Carreras brilló con fuerza en la popular «Musica proibita»
y en «Vurria», celosamente acompañado por Lorenzo Bavaj y el Nuovo
Quartetto Italiano; el conjunto de cámara, eso sí, pareció no tener
tiempo suficiente para ensayar sus partes.
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